miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuatro

Esa noche dormí de puro milagro. Durante la cena seguía con la cabeza en mi mundo, aún sin creerme lo sucedido.
Tío Richard me entregó el guión para que le hechase un vistazo y me aprendiera parte de él. Me dijo que, aunque el rodaje empezaba al día siguiente, yo no empezaría a rodar hasta el jueves. El miércoles, es decir, mañana, sólo tendría que ir a que me presentaran a mis compañeros de rodaje y me familiarizara con todo aquello. También me contó de que iba la película: era la historia de dos hermanos que querían ser cantantes y tenían que luchar por conseguir su sueño. Sólo escuché una parte del argumento, ni siquiera escuché el nombre del otro protagonista.
Cuando me fui a la cama, antes de dormir, eché un vistazo al guión. Ya entendí el por qué yo no grababa al día siguiente. Había una pequeña parte donde los protagonistas eran pequeños, es decir, sucedía en el pasado.
Según el guión, yo iba a interpretar a Irma, una chica de dieciséis años apasionada de la música. Y mi hermano en la ficción se llamaría Michael.
Lo dejé sobre mi escritorio, me conecté un momento para escribirle un correo a Ana y me fui a dormir. Seguro que mañana iba a ser un día muy movido.
Me pareció, al levantarme, que mientras dormía, asimilé lo que me había pasado. Me levanté de la cama y fui al baño al ducharme antes de desayunar. Volví a mi habitación después de la duchar, me vestí y fui a desayunar. En la cocina sólo estaba tío Richard.
-Buenos días, ¿qué tal has dormido?
-Bien, ¿y tía Carolina?
-Con tu prima. Sue se a despertado con pesadillas.
-Pobre- dije mientras me servía en un tazón cereales con un poco de leche fría y me senté a la mesa.
-Si... ¿qué? ¿preparada?- preguntó con una sonrisa.
-Más o menos- intenté esbozar una sonrisa.
-Verás que bien te lo pasas. Vas a conocer a mucha gente interesante.
-Eso espero.- bromeé.
Estaba terminando mi tazón de cereales cuando mi tía llegó.
-Por fin se ha quedado dormida. ¿Qué, ya os vais?- preguntó viendo que su marido cogía sus cosas.
-Si, si Mari está preparada...
-Si, lo estoy- contesté depositando mi tazón de cereales en el lavavajillas. Me acerqué a mi tía y le di un beso en la mejilla.
-Suerte, hija.- dijo ella besándome también.
-Gracias- contesté mientras recogía mi bolso del mueble del recibidor.
Salí con Richard y me monté en su coche. Mi tía nos despidió desde la puerta de casa.
-¿Has llamado ya a tu amiga?- me preguntó casi llegando a los estudios.
-Si, hablé con ella ayer por la noche por internet. Se ha puesto muy contenta y me ha deseado mucha suerte. Ojalá ella pudiera estar aquí, es muy buena actriz también- contesté jugando con la cremallera de mi cazadora.
Aquel día me había puesto unos vaqueros, con una camiseta de mangas cortas rosa, la cazadora y unas zapatillas deportivas. Decidí ir cómoda, porque mi tío me dijo que tal vez tuviera una prueba de vestuario.
Cuando llegamos, Richard me condujo a un despacho para que firmara el contraro. Por el camino, me comentó que él sería mi manager. Después de firmar el contrato, me dijo que me iba a presentar a algunos compañeros de rodaje.
Conocí a quienes iban a ser mis padres en la ficción, a los que iban a interpretar a unos compañeros de colegio y a algunos amigos. Me di cuenta de que Richard estaba buscando a alguien. Le preguntó al director de la película:
-¿Dónde está Danny, Charlie?
-No ha llegado aún, ha tenido problemas con su coche. Lo va a traer su padre.
-Esperemos que esté aquí antes de las diez. Mari tiene que conocer a su hermano- contestó mi tío mirandome con una sonrisa.
Se la devolví y miré mi reloj. Marcaba las nueve y cuarto.
Richard me dijo que me quedara allí, mientras él iba con Charlie a la grabación de las primeras escenas. Yo tenía prueba de vestuario, así que iba a estar entretenida un rato. Me probaron muchos tipos de ropa. Incluso difrazes, que no supe para que momento del rodaje serían.

Sobre las diez y media, mi tío volvió. Llegó acompañado de una mujer, que supuse, sería una de las guionistas. Se le acercó otra mujer, que le dijo:
-Ya ha llegado.
-Muy bien, dile que vamos para allá. ¿Qué tal la prueba de vestuarios? ¿Contenta?- me preguntó sentandose en una silla junto a mí.
-Si, la prueba bien. La ropa está bastante chula.
-Me alegro. Ven, que vas a conocer al compañero de rodaje que te falta. Verás que bien te cae. Es un chico excelente y muy simpático-dijo levantandose de la silla e indicandome que yo hiciera lo mismo.
Lo seguí hasta fuera de la habitación de vestuario. Caminamos un poco, quizás unos veinte pasos y nos paramos cuando tío Richard vio que se acercaba un chico. A primera vista no vi quien era, pero cuando se acercó un poco más creí que me iba a dar algo.
Era Daniel Smith, mi actor favorito.
Saludó a mi tío. Me dio la sensación de que se conocían desde hace tiempo.
Mi única reacción fue quedarme mirandolo como una tonta. Era mucho más guapo en persona que en el cine: su pelo castaño, sus ojos azules, su metro setenta, su perfecta sonrisa... era perfecto simplemente.
Richard tuvo que sacarme de mi ensimamiento:
-¿Mari, estás bien?
-¿Eh?- parpadeé un par de veces- Si, si estoy bien.
-Te estaba presentando a Danny, pero estabas como ida.
-Lo siento- me sonrojé.
Daniel emitió una risita. Se había dado cuenta de mi sonrojo.
-No pasa nada. Te lo vuelvo a presentar: Daniel esta es mi sobrina Mary Sanz- noté como pronunció mi nombre de forma diferente. Me gustó el cambio.
-Encantado, Mary- dijo y se acercó a mí. Me dio un beso en la mejilla.
-Igualmente- sentí que me iba a dar algo. El corazón me latía a mil por hora.
Seguí a mi tío cuando este se giró y echó a andar, pero seguía mirando a Daniel. No podía creerme que fuera a trabajr con él. Lo seguía desde que salió su primera película. Era genial actuando. Sabía muchisímas cosas de él. Tenía veinte años y ya había hecho nueve películas.
Lo que no sabía era como me las iba a arreglar para no tartamudear ni fallar delante de él.
Suspiré.
Tío Richard me miró.
-¿Te pasa algo, Mary?- me preguntó, llegando a donde estaban grabando.
-No, sólo estaba pensando en... -Daniel me miró- en Ana, en mi amiga. La pobre estará aburrida sin mí.- Vaya tontería acababa de decir.
-No te preocupes, la vas a ver muy pronto- me contestó. Al llegar al lado del director, le tocó el hombro y le hizo un gesto para que lo siguiera.
-¡Corten! Estupendo, vamos hacer un descanso de diez minutos. Hombre, ya era hora que aparecieras- dijo estrechandole la mano a Daniel.
-Perdona, Charlie. Mi coche se estropeó a última hora- en ese instante, como estabamos en el exterior del estudio, sopló un poco de aire trayendo hacía mí el olor de Daniel.
Olía maravillosamente bien.
Volví a suspirar.
Esta vez fue Charlie quien me miró y habló:
-¿Ya conoces a Daniel?
-Sí, ya la conozco. Se ve buena chica- contestó Daniel.- Creo que nos llevaremos bien. ¿No, Mary?
Asentí. No podía hablar.
-¿Ya te ha cambiado el nombre? Tú coges muy pronto confianza, Danny- dijo Charlie.
-No ha sido él, sino mi tío- contesté un poco timida.
-Bueno, me parece que suena mejor así, ¿No, Mary?- dijo tío Richard abrazandome por los hombros.
-Si, suena mejor- me limité a decir.
-Me parece que la estamos agobiando- dijo Charlie- Richard, es mejor que llames a Carol para que se la lleve a casa y que descanse para mañana. ¿Te parece bien, Mary?
Yo me limité a asentir y tío Richard me acompañó hasta la salida, mientras saliamos del set de rodaje.
Volví la cara para mirar de nuevo a Daniel, que me miraba sonriendo. Giré la cabeza deprisa y con el corazón palpitando a mil por hora de nuevo,

Tía Carolina llegó media hora después de que Richard la llamara. Cuando llegó, me encontró sentada en una silla en el despacho de mi tío con la vista perdida en la pared.
-Mari, ¿Qué te pasa?- preguntó al verme de aquella manera. Luego se volvió hacía su marido-¿Qué le ha pasado?
-Nada, lleva así poco tiempo. No sé por qué está así. Supongo que aún no ha asimilado que va a ser actriz.
-A mí me pasó lo mismo- sonrió y añadió- Venga, vamonos a casa.
Me levanté de la silla y tía Carolina me echó un brazo por los hombros. No volvió a hablarme hasta después de llevar unos cinco minutos en el coche.
-Cuentame, ¿qué tal el día? ¿Qué te han parecido tus compañeros?
-Bien, tengo de compañero a Daniel Smith- dije y se me escapó una sonrisa.
Mi tía me miró sorprendida. Ella sabía cuanto me gustaba ese actor.
-Entonces, ¿Estaras contenta, no? y Charlie ¿qué tal?
-Sí, contenta es poco. Charlie me parece muy simpático, más que ayer. Incluso tío Richard me ha cambiado la pronunciación del nombre, ya no soy Mari, sino Mary. Dice que de esa forma suena mejor.
-La verdad es que si. Fijáte, a mí también me lo han cambiado, para el mundo del cine soy Carol Sanz.- me explicó mi tía riendo.
De repente, me vino a la cabeza el cartel de la película. En él, tendrían que aparecer nuestros nombres. Me encantaría ver la cara de ciertas personas que me tachaban de loca por querer ser actriz. Seguro que a mis padres y a Ana le iban a encantar que cumpliese mi sueño, de hecho mis padres ya sabían que iba hacer una película. En cuanto llegase a casa, tendría que llamar a Ana, porque ella esto que estaba pasando no lo sabía.
Cuando la llamé, no pude reprimir las ganas de gritar. A ella por poco le da algo al decirle quien era mi compañero de rodaje:
-¡Ay, amiga! Que suerte. ¿Me conseguiras un autográfo?- me preguntó emocionada.
-Claro, pero cuando lleve un tiempo conociendolo. Aunque siempre me queda mi tío Richard... -contesté.
-¿Tu tío? ¿Qué tiene que ver él en todo esto?- me preguntó Ana extrañada.
-Richard es el productor de la película que voy hacer.
-¿Y qué quieres decir con eso?
-Pues que si no me atrevo a pedirle un autográfo, siempre puedo decirle a mi tío que se lo pida él.
-¡Ah! vale... bueno amiga, te tengo que dejar.
-Claro ¡ah! por cierto mi tío me a cambiado la pronunciación del nombre, ahora es Mary- le dije riendo.
Al otro lado del teléfono, Ana también reía.
-Me encanta el cambio. Yo también te voy a llamar así, me gusta tener una amiga famosa.
-¡Ojalá! Ana, te tengo que dejar yo también. Mañana empiezo a rodar y tengo que aprenderme el guión.
-De acuerdo. Ya hablamos, muchos besos Mary- se despidió pronunciando mi nombre como le había dicho.
-Besos- dije y colgué.
Después me dirigí al salón donde estaba mi tía y mi prima Sue, jugando.
-Tía, voy a ducharme.
-Como quieras, ¿estás más tranquila?
-Si, estoy bien- le contesté dirigiendome al cuarto de baño.
Cuando me metí en la ducha, me puse a pensar en lo sucedido en los últimos días. No me creía que hubiera conocido a Daniel Smith. Estaba en una nube. Ya me estaba haciendo a la idea de que fuera a rodar una película, pero esto si que no me lo esperaba. ¡Rodar una película con mi actor favorito era un sueño!.
Parecía que el titulo de la película, un sueño hecho realidad, venía a la perfección con lo que estaba pasandome.

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