lunes, 7 de febrero de 2011

Veintiuno.

Aquella mañana me desperté bastante triste, más que el día anterior. Cuando llegué a la cocina, Ana ya estaba allí. Incluso mi amiga estaba triste, algo inusual en ella. Estaba sentada junto a mis tíos. A ellos también se le notaba la tristeza.
Me senté y mi tía me puso el desayuno. Apenas hablé el tiempo que estube en la cocina. Cuando terminé, fui a ducharme y a terminar la maleta. Ana hizo lo mismo.

Mientras metía algunas cosas en la maleta, me acordé de la tarde anterior. Daniel se mostró bastante cariñoso conmigo. Nos tiramos toda la tarde en el sofá de su casa, viendo la televisión. Me abracé a él, quería sentir su calor el mayor tiempo posible, ya que no sabía a ciencia cierta cuando volvería a verlo. Me besó en varias ocaciones, incluida la vez que me soltó en casa. Hoy volvería a verlo, pero iba ser más duro que ayer. Seguro que no iba a poder reprimir las lágrimas, porque ya se me habían escapado algunas al ver el collar que me había regalado. Lo iba a echar mucho de menos.
Terminé mi maleta y Ana llamó a la puerta:
-¿Puedo entrar?
-Si, claro. ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa cara tan triste, amiga?- pregunté.
-Voy a echar de menos todo esto. Me ha encantado estar aquí. Tus tíos me han tratado muy bien.
-Yo también voy a echar esto de menos .Ya me había acostumbrado a vivir aquí- contesté mientras Ana se sentaba en la cama conmigo.
-¿Vas a dejar eso aquí?- me preguntó apuntando con el dedo al albúm de fotos que había encima de mi escritorio junto al guión de la película, que lo había guardado como recuerdo.
-No, claro que no. Le he cogido mucho cariño a este albúm como para dejarlo aquí- dije levantándome de la cama y cogiéndolo.
Me senté de nuevo junto a Ana y lo abrí. Le había puesto como titulo: "Los sueños se pueden lograr". En él, había pegado fotos con mis tíos, de algunos sitios de Londres, de mi prima, de compañeros de rodaje, con Ana y, por supuesto, con Daniel. La última foto era una que salíamos los tres, de la sección de fotos de Daniel. Me encantaba aquella fotografía.
-Salimos muy bien aquí, ¿eh?- dijo Ana.
-Pues si, tienes razón.
En ese momento tocaron a la puerta de mi dormitorio de nuevo. Se abrió y apareció tío Richard.
-Hay alguien que quiere despedirse de ti antes de que os vayaís. Ana, si tienes tu equipaje listo, vamos a llevarlo al coche. Ya flata poco para que os lleve al aeropuerto.
Ana se levantó de la cama, soltó el albúm encima del escritorio y se fue con mi tío. Cuando estos se fueron, Daniel entró en mi habitación. Tenía una bonita sonrisa en los labios.
-No puedo hacer nada para que no te vayas
-Ya sabes que no.
-Lo sé, pero tenía que intentarlo por última vez.
-No sabes lo que te voy ha echar de menos- dije abrazándolo.
-Ni tú lo que te voy ha echar de menos yo- dijo y me besó.
Nos miramos unos segundos y luego me ayudó a llevar las maletas al coche. Antes, metí el albúm de fotos y el guión en una de ellas. Eché una última mirada a mi habitación y cerré la puerta de esta.
Cuando llegamos a la puerta de casa, mis tíos, mi prima Sue y Ana estaban esperándonos. Tío Richard subió mi equipaje en su coche mientras yo me despedía de tía Carolina y de Sue.
-Cuidate mucho, cariño- dijo mi tía con las lágrimas saltadas y con mi prima en brazos.
-Tú también. Adiós pequeñaja- dije a mi prima acariciándole la mejilla.
-Adiós, prima- contestó ella.
Luego me acerqué a Daniel y le dije en un susurro:
-Espero verte pronto de nuevo, te voy a echar mucho de menos. Te quiero.
-Yo también. Te quiero.- contestó acariciándome la mejilla.
Le sonreí y me dirigí al coche. Tío Richard y Ana ya estaban montados. Subí y mi tío arrancó el coche. Me despedí de Daniel, Sue y tía Carolina con la mano. Ellos hacían lo mismo.
-Vas a echar esto de menos, ¿verdad?- preguntó Ana.
-No sabes tú cuando, amiga- respondí.
Viendo por última vez a Daniel, mi tío dobló la esquina rumbo al aeropuerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario