miércoles, 23 de febrero de 2011

Veinticinco.

Daniel me esperaba en la entrada del estudio donde se hacía el programa de televisión. Iba con una camisa de cuadros y unos vaqueros. Yo llevaba un vestido azul turquesa.
Después de maquillaje, los nervios empezaron a apoderarse de mí. Daniel, al ver mi estado, me abrazó y me dijo, cogiéndome de las manos:
-Respira hondo varias veces, verás como consigues tranquilizarte.
Le hice caso y parece que funcionó.
Nos drigimos hasta el lugar por donde debíamos de entrar al plató. La presentadora, al ver como le decían que ya estabamos listos, dijo:
-Hoy están aquí con nosotros los protagonistas de "Un sueño hecho realidad", Daniel Smith y Mary Sanz.
Se oyó un fuerte aplauso y Daniel tiró un poco de mí para que entrase detrás de él. Nos sentamos en un sofá después de saludar a la presentadora, que se llamaba Bonnie Bloom.
Después de varias preguntas a Daniel y otras a mí, me volvió a preguntar:
-¿Cómo se siente al trabajar con Daniel Smith? ¿Cómo es como compañero?
-Pues bastante bien, es muy buen compañero. Se trabaja muy agusto con él, es un chico muy divertido- contesté y no pude evitar mirarlo.
Él me miraba sonriendo.
-Yo puedo decir lo mismo sobre ella, aunque debo de añadir que, pese que es su primera película, es una de las mejores actrices con la que he actuado.
Me sonrojé un poco, pero también sonreír.
-Veo que os llevaís muy bien, e incluso se os ve bastante bien juntos. ¿Puede ser que haya algo más entre los dos?
Miré a Daniel un poco nerviosa. Lo último que esperaba era que se descubriera que erámos novios.
-Entre nosotros sólo hay una buena amistad. Más adelante no puedo decir qué pasará, pero por ahora sólo somos amigos.
-¿Qué opinas sobre lo que está diciendo Samantha Rose sobre ti?
-Te puedo contestar lo mismo que ha dicho Daniel, que sólo somos amigos. Yo no tengo la culpa que ella diga esas cosas, que se hubiese pensado bien lo que quería decir.
Daniel me miró sorprendido, como si lo que había hablado no fuese yo. La verdad, es que ni yo misma me creía que había dicho eso.
Después de la entrevista y para acabar con el programa, tuvimos que cantar una de las canciones de la película.
Una vez fuera del estudio, me dirigí junto a Daniel, tío Richard y Alex, en el coche de éste último, a la sección de fotos.
-Has estado estupenda en la entrevista, no me esperaba que dijeses eso cuando la presentadora te preguntó sobre Samantha- dijo Daniel.
-Si, Mary, has estado muy bien. Así me gusta, que esa chica sepa que no te presiona- dijo mi tío.
-Gracias, pero sólo dije lo que sentía en ese momento. Daniel, me ha gustado que no hayas dicho la verdad sobre nosotros- contesté en una sonrisa.
-Lo que he querido hacer con eso, es que Samantha te deje en paz- contestó en el momento que Alex aparcaba delante de un edificio.
Bajamos y me di cuentra que era el mismo donde fui con Ana a una sección de fotos de Daniel. Subimos al mismo piso que aquella vez, pero en esta ocación no era un fotográfo si no una fotográfa. Era rubia, con ojos azules y estremadamente guapa. Era alta, incluso más que Daniel, y vestía con unos pantalones negros, zapatos con alto tacón y blusa rosa pálido. Me quedé boquiabierta con sólo verla.
Charlie estaba allí, así que se acercó a nosotros y salí de mi mundo al sentir la mano de Daniel apretandóme la mía.
Tuve que cambiarme de ropa, y en el vestidor me encontré con Marylin, a quien salufé muy contenta, pues me había tratado muy bien durante el rodaje. Me contó, mientras nos maquillaban, que nos había visto en la entrevista y que le había encantado lo que había dicho sobre Samantha.
Después salimos y, tanto Daniel, como John, el actor que hacia de nuestro padre, ya estaban vestidos para la sección de fotos.
-Debo advertite que Irma es tu hermana, no tu novia, ¿de acuerdo, Michael?- bromeó Charlie, tratandonos como si fueramos los personajes de la película, es decir, como si fuesemos hermanos.
Nos reímos todos. La fotográfa nos indicó como quería que nos pusiesemos y empezó a hacer las fotos.

Después de casi una hora, por fin terminamos. Estuve un rato viendo puntitos de luz por el flash de la cámara.
Salimos de allí y me dirigí con tío Richard a buscar los regalos de Navidad para Sue. Como era Nochebuena, todas las tiendas estaban repletas. Estando un una, vi como un grupo de chicas me miraban. Una de ellas se me acercó y preguntó:
-Perdona, ¿eres Mary Sanz?. Es que te hemos visto esta mañana en una entrevista con Daniel Smith.
-Si, soy yo, ¿qué querías?- pregunté amablemente.
-Mis amigas y yo nos preguntamos qué si nos podías firmar un autográfo y hacerte una foto con nosotras.- la chica parecía avergonzada.
Miré a tío Richard, quien asintió y sonrió:
-Claro, a ver ¿cómo os llamaís las tres?- pregunté mientras la chica me entregaba una pequeña libreta y un bolígrafo.
-Yo soy Sthephanie- dijo la chica que había hablado conmigo.
-Yo Rebecca.
-Y yo Sandy.
Había visto hacer esto a Daniel un montón de veces y no parecía dificil. Cuando terminé de firmarles, tío Richard nos hizo una foto a las cuatro. Luego les entregué la cámara y fui con mi tío a pagar los regalos para Sue. La dependienta envolvió los regalos y nos fuimos para casa.
Cuando llegué a ella, me puse a ayudar a preparar la cena a tía Carolina, pero ésta insistió en que llamase a Daniel. Me pareció extraño que me pidiese eso, pero le hice caso. No tardaron en coger la llamada. Fue Kate la que la cogió. Le pregunté por su hijo y ella me contestó que iba a buscarlo. Tardó poco en ponerse al teléfono.
-¿Ha pasado algo?
-No, mi tía que quería que te llamase, no sé por qué- dije riendóme un poco.
-¡Ah!- exclamó riendóse.
-¿Qué vas hacer esta noche? Aquí vienen unos invitados.
-Cenaré en casa con mis padres. ¿Por qué dices con ese tono tan pesimista lo de los invitados?
-Porque no tengo ganas de ver a nadie, si no es a ti.
Él se rió
-Venga, no será para tanto, Mary.
-Si, ya... Daniel te voy a ir dejándo, que me quiero duchar y preparar para la cena. ¿Nos vemos mañana?
-Vale. Claro, nos vemos mañana. Besos
-Besos- dije y colgué.
Le dije a mi tía que me iba a duchar. Cuando terminé, estuve jugando con Sue hasta que vinieron los invitados sobre las ocho.
Al escuchar el timbre de la puerta, me levanté para recibir a los invitados. Me llevé una gran sorpresa al verlos. Eran Kate, David y Daniel. Éste me miró y sonrió. Se dirigío hacía donde yo estaba, aún sonriendo:
-¿Por qué no me has dicho antes que venías?
-Porque tus tíos querían darte una sorpresa.
-¡Qué simpáticos!- dije.
Miré a mis tíos con el entrecejo fruncido, pero no me sirvió de nada, pues estaban hablando con los padres de Daniel. Me senté en en sofá, cruzandome de brazos y piernas.
-Aquí me toman por tonta- dije algo enfadada.
-¿Por qué dices eso?- preguntó Daniel sentadóse a mi lado.
-Mis tíos quienes son los invitados y tú, tampoco. ¿Por qué me mentiste?
-Richard y Carol me dijeron que no te dijese nada, que era una sorpresa.
-Podías haberme dicho algo.
Daniel me cogió de la mano y dijo:
-Mary, no te enfades por una tontería. Sólo querían darte una sorpresa y a mí me pareció bien. Además, aceptamos venir porque mi padre y tu tío son como hermanos, se conocen desde pequeños y todos los años cenamos juntos. Aunque este año es especial porque estas tú.
En sus labios apareció esa sonrisa que tanto me gustaba y me derretí allí mismo. No sé si algún día lograré acostumbrarme a su sonrisa.
-Eres un romántico empedernido, Daniel- dije sonriendo.
-Contigo es fácil.- contestó él.
-Parejita, a cenar- habló David.
-Ya vamos- contestó Daniel. Se levantó del sofá y me ofreció una mano para que me levantase.
Lo hice y nos sentamos a cenar. Tía Carolina y Kate pusieron la comida en la mesa. Una vez que estuvimos todos sentados, empezamos a cenar.
Esperaba que la cena transcurriera tranquila.

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