lunes, 22 de noviembre de 2010

Dos

Llevaba cuatro días en Londres cuando por fin pude contactar con Ana. Por lo visto se había ido con su abuela y su tía al pueblo de estas. Allí apenas había cobertura y por eso no me pudo avisar, ya que se fue de repente. Se alegró mucho que me hubiese ido a Inglaterra, aunque me iba a echar mucho de menos. Yo a ella también. Antes de colgar, me prometió que le llevase algún recuerdo y se lo prometí.

Mi vida en Londres era entretenida, gracias a Dios. Me pasaba el día jugando con Sue y salía con mi tía a visitar la cuidad. Se me daba muy bien el ingles, así que no tenía dificultad en mantener conversaciones en ese idioma.
Veía muy poco a tío Richard desde que llegué, ya que, según me contó mi tía al día siguiente de que llegase, tenía una película a punto de empezar a rodar, y está le estaba trayendo tanto a él como al director, algunos problemas.
De uno de esos de esos problemas me enteré cuando hacía justo una semana de mi llegada a Londres. Mi tío llegó a la hora de la cena algo cabreado. No quise ni abrir la boca, así que fui acostar a Sue. Me encantaba verla dormir. Su pelo como el de mi tía; sus pequeños ojos azules cerrados, herencia de su padre... era una preciosidad.
No soy una cotilla, ni mucho menos, pero me enteré de la conversación de mis tíos mientras salía del dormitorio de mi prima:
-¿Por qué vienes tan alterado, querido?
-Es otra vez la misma historia, Carol. La estrella juvenil del momento, Samantha Rose, quiere más dinero por protagonizar la película.
-¿Eso no estaba solucionado?
-Si, pero ahora la señorita quiere más. Se tiene muy creído lo suyo.
-Valiente idiota.
-Y eso que sólo tiene dieciséis años que si tuviera más...- tío Richard parecía algo disgustado, por no decir demasiado.
-¿Y qué dicen el resto de productores?
-Pues que busquemos una sustituta. Todos están de acuerdo.
-Eso debéis de hacer.
-Pero ¿dónde busco yo ahora una chica con esas cualidades a tan sólo dos días de empezar a rodar?
-Eso también es verdad. Ahora que lo pienso... creo que sé de alguien que podría hacerlo- el tono de tía Carolina pareció llenarse de entusiasmo.
-¿Quién?
-Mari.
-¿Tu sobrina?
-Si, mi sobrina. A ella le encanta actuar, yo la he visto y podría hacerlo igual o mejor que esa Samantha...
Ya no pude escuchar más. Me dirigí hasta mi habitación. Mi tía debía de estar loca. ¿Yo en una película? ¿Y de protagonista? De repente me entró un ataque de nervios. Tuve que respirar hondo para tranquilizarme.
Bueno, yo era una opción. Actuar era mi sueño, pero no creía que se fuera a cumplir tan pronto. A lo mejor, y era lo más seguro, mi tío encontraría a otra actriz más cualificada. Si, eso sería lo más seguro.

Creo que me quedé dormida, porque, cuando abrí los ojos de nuevo, eran las ocho de la mañana y mi despertador sonaba.
Me dirigí hasta la cocina y allí encontré a mi tía desayunando y leyendo el periódico:
-Buenos días, Mari.
-Buenos días, tía. ¿Hay algo interesante en el periódico?- pregunté bromeando mientras metía en el microondas un vaso con leche.
-Que va, nada. Oye, ahora vuelvo, que voy al baño.
-Vale.- contesté cogiendo el periódico.
Siempre veía la sección de ocio por si venía algo que me gustase. Saqué el vaso del microondas, le puse algo de cacao y azúcar, y me puse a leer el periódico. En la página doce de la sección ocio, encontré algo que me dejó peor de lo que estaba después de escuchar la conversación de mis tíos la noche anterior.
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-Si, hija, es una completa idiota. A tu tío le tiene loco- me sorprendió tía Carolina. Salté en la silla de la sorpresa.
Al ver que me había sorprendido, se disculpó:
-¡Ay, lo siento! No creía que te ibas asustar.
-No pasa nada, tía ¿Cómo es que dices que esta actriz tiene problemas con tío Richard?- no quería que supiera que les había estado escuchando la noche anterior.
-Pues que el agente de esa chica quiere que los productores de la película le paguen más. Está claro que ningún productor quiere hacerlo pero como no encuentren una sustituta esta semana, van a tener que pagar a esa dichosa Samantha.
-Siempre he escuchado maravillas de ella- dije, y era cierto. Decían que era la estrella juvenil del momento y que daba bastante dinero a causas solidarias, pero no entendía el por qué quería más dinero.
-Tú no la conoces como Richard. Se le ha subido la fama muy pronto.
-¿Podrá tío Richard conseguir otra actriz?
-Eso espero- contestó mi tía preparando el desayuno para Sue- Porque si no esa chica va acabar con tu tío y con el director de la película.
-Entonces ¿tendrán que hacer un casting no?- pregunté.
-Supongo. Oye, Mari ¿A ti te gustaría actuar en esa película?.
-¿Yo?- la miré incrédula.
-Si, tú. Tu sueño era ser actriz desde pequeña ¿no es así?.
-Claro, pero tendría que pasar un casting o algo y yo no estoy preparada par eso- entonces lo que había escuchado la noche anterior no era una broma.
-Ya he hablado con Richard y está de acuerdo. Además cumples los requisitos que quieren para la actriz deseada por ellos.
-Pero ellos quieren una protagonista y yo no estoy cualificada par eso- repetí.
-Venga, Mari ¿Tú crees que los grandes actores han estado preparados para su primer gran papel? Ni yo misma lo estoy a veces.
-Pero...
-No hay nada que decir. Mañana iremos al set de rodaje. Te harán una prueba y si eres apta, te darán el papel. Tu tío ya ha hablado con todos y están de acuerdo. Bueno ve por tu prima, que nos vamos de compras.
Sin poder decir nada más, fui por Sue.
Me parecía increíble que me fuera a presentar a una prueba para una película. Y encima para un papel protagonista.
Parecía un sueño.

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